miércoles, 20 de marzo de 2019

Hoy ha sido un día feliz (o el día de la felicidad es cada día)

Querido hijo,

Hoy ha sido un día feliz.

No porque sea el día de la felicidad ni porque sea el inicio de una nueva primavera. Hoy ha sido un día feliz precisamente por pura cotidianidad.

Porque nos hemos despertado en una cama, bajo un techo, rodeados de cosas que consideramos nuestras.

Porque hemos desayunado tanto como hemos querido y teníamos opciones.

Porque mamá ha ido al gimnasio mientras papá se ocupaba de llevar a los niños al colegio después de despertarse, cada uno a su ritmo.

Porque los niños van al colegio. Y es público y gratuito y seguro y un montón de cosas positivas más.

Porque tenemos trabajo, remunerado, y nos gusta lo que hacemos.

Porque comemos, bebemos, disfrutamos de un café...

Porque hemos ido a una revisión médica. Y el sistema de salud también es público. Y el pediatra tenía una sonrisa.

Porque hemos escuchado música, qué lujo, y bailado.

Y hemos cocinado, en nuestra cocina.

Y hemos cenado en familia.

...

¿Ha sido un día perfecto? Seguramente no.

¿Ha sido anodino, común? Sí, como tantos otros.

...

Y sin embargo, la felicidad es eso. La familia, los amigos, los compañeros de trabajo, el trabajo, la profesora que sonríe, el médico que atiende...

La felicidad no son fuegos artificiales. No es superlativa. Es sencilla, y cotidiana. Por eso se nos pasa de largo tantas veces.

Y claro que podemos estar tristes, llorar, enfadarnos, frustrarnos, sentirnos estafados o indignarnos o gritar. Sentir con todos los sentimientos disponibles y sin caer en la tiranía de la felicidad aparente, también es felicidad.

Porque felicidad es sentir, libremente, y vivir, viviendo.

Feliz día de la felicidad (cada día). 


#DIADELAFELICIDAD #felicidad #lafelicidaddelaspequeñascosas #lafelicidaderaesto 

3 comentarios:

MIS ENTRADAS MÁS POPULARES