Papá es nuestro héroe

Papá es nuestro héroe, y eso es mucho, mucho, muchísimo, más de 1000. En un día como el de hoy no podemos dejar de decirle cuánto lo queremos. Que cada día lo queremos, hasta la luna y de la luna hasta el sol y luego hasta el desierto, el fondo del mar, Ibiza, Suiza, Montilla, Valladolid y hasta el techo de la habitación que desde la litera podemos tocar con las manos: has visto cuánto?

  

Y es que nuestro papá es el más guapo, y el más alto y rápido. Por lo menos eso dice siempre Izan para quien su padre es el mejor del mundo, lo sabe todo y tiene solución a todos los problemas. 

En casa se oye amenudo: 

- pregunta a papá y verás (este es el argumento definitivo, ni os digo la cara que se les pone si papá no nos da la razón). 

- papá ha dicho... (Frase irrefutable para afirmar que lo que se quiere conseguir es un derecho inalienable, sea un huevo Kinder, el juguete que hay en escaparate o ir a Disneyland). 

- déjalo que lo arregla papá que sabe... O si no el iaio. (Hay que fastidiarse, mamá arregla un montón de cosas, la mayoría, pero ese es otro tema y hoy es el día del padre). 

Por suerte tenemos un papá que nos lleva al cole cada mañana, que aunque llega tarde a casa siempre sonríe en cuanto cruza la puerta de entrada y nos ducha, hace la cena, inventa canciones y hasta nos cuenta cuentos raros. Es un papá presente, que juega y hace tonterías, que compra (y nos lleva a la compra), que pregunta y escucha, que mima, que cuida. Y no sabemos si todos los papas son así de chulos, pero deberían. Porque nuestro papá es fuerte como Hulk y el capitán América juntos y aunque no vuela es un súper héroe de lo más molón. 

Te queremos, papá.