Portada de la libreta de Izan: cosas que le gusta hacer |
Lo mejor de la libreta es la parte más personalizada. Aquellas hojas en blanco que cuando las educadoras tienen tiempo (y a medida que pasan los cursos, aumentan el número de niños por clase, y reducen los recursos como el personal de soporte), tienen dibujos de nuestros hijos, comentarios sobre qué les gusta hacer o qué cuento les inspira más, anécdotas y alguna trastada. Es un bonito recuerdo que además queda completado si los padres, el fin de semana, también rellenan alguna hoja explicando qué han hecho de especial. Esa parte de la libreta sí me gusta, porque al final es la que me da información de mi hijo, de su carácter, de cómo se relaciona y de si se lo pasa bien en la guardería.
Portada de la libreta de Pol: el escalador que se escondía |
Este fin de semana estamos personalizando la libreta. La guardería Pam i Pipa de Badalona y su equipo educativo opinan que cada niño es especial y diferente y que por tanto su libreta también ha de serlo. Nos da trabajo a los padres, para qué engañarnos. Pero a pesar de ello, es un placer sentir que nuestro hijo tiene un papel personalizado, que es considerado individualmente y que, a través de estas pequeñas manualidades, los padres podemos participar también de su vida en la guardería, en la que pasan tantas y tantas horas mientras los mayores trabajamos. Y como me hace ilusión participar, pero al mismo tiempo soy una madre de gemelos ocupada, este año me he dedicado a hacer un collage de cada uno con fotos representativas de lo que les gusta hacer. ¿No os parece que han quedado bonitas sus portadas de las libretas?