Recuerdo haber estado preocupada en un inicio sobre la adquisición del lenguaje de los mellizos. Había leído en "El gran libro de los gemelos" que es frecuente que tarden más en arrancarse a hablar, que uno de los dos hable por los dos, o que incluso desarrollen un lenguaje propio comprensible sólo entre ellos.
Además, decidimos que en casa queríamos fomentar plurilingüismo porque vivimos en Catalunya y tenemos raíces en Baleares, impensable no hablar catalán. El castellano es la lengua más usada en la pareja y en la familia, especialmente la paterna, y además por vía materna somos también suizos de la parte francófona. No íbamos a negarles esa riqueza lingüística y cultural, hubiese sido una lástima cuando además dicen que hablar varios idiomas ayuda a desarrollar muchas facetas de la mente. Pero tenía un resquicio de preocupación por sí tres lenguas no iban a sumarse a la condición gemelar y crear algún conflicto en el desarrollo del lenguaje. Dejemos que las cosas pasen a su ritmo, acabamos por pensar...
No hubo retraso alguno, con dos años y poco se lanzaron durante las vacaciones en Andalucía a hacer frases de dos y tres palabras y a imitar todo lo que oían, incluido algún frustrante "me cago en tu padre" o "coño, coño, coñooo" que nos dedicábamos a ignorar con cara de circunstancias. Y vaya si se hacían entender!
Han pasado fases. Primero la castellana, que al descubrir rápidamente que todo el mundo les entendía, incluso las profes de la guardería aunque ellas hablen catalán, o mamá aunque hable francés. Es pues su lengua de preferencia. Pero entienden perfectamente catalán y francés. Y superada la fase exclusiva del español, en la guardería usan también el catalán e incluso para designar algunos juegos o objetos cotidianos en la clase usan el término catalán (como "cargol" o "cifro a") y conmigo me preguntan y responden con frecuencia con términos franceses.
En alguna ocasión es algo complejo entenderles cuando castellanizan y además conjugan un término francés o catalán, por ejemplo "me he glisado", del verbo francés "glisser", "resbalar", o bien "me cagut" del verbo "caure" en catalán, "caer". Pero estoy muy sorprendida con la rápida evolución con que los niños aprenden a hablar. Pasan del gu-gu-ha-ga a las palabras, y de estas a las frases simples en un pispás, pero lo que más me alucinó fue cuando se un día a otro empezaron a conjugar verbos en diferentes personas y tiempos verbales de un modo totalmente lógico. Es un descubrimiento increíble observar como adquieren el lenguaje los niños. Y si además se tiene el privilegio de tener gemelos y ver cómo conversan, negocian, juegan y se echan bronca entre ellos, es del todo impresionante.
Francamente, estoy convencida que en nuestro caso el factor gemelar ha contribuido a su rápida evolución en cuanto a lenguaje se refiere. Es como si se reforzaran. Y por suerte, con el aprendizaje del idioma llega también la disminución de las rabietas por incomprensión y las peleas a mordiscos continuos porque uno ha cogido el juguete del otro.
Eso sí, la paz ganada por un lado se ha convertido en una continua charleta por otro. Con una sinceridad apabullante, lo cuentan absolutamente todo: los caramelos de más que han comido, quien ha roto algo, si se han portado bien o mal... Se chivan continuamente con frases como cuando conducíamos el otro día y Pol dijo que "el iaio pasó el semáforo en rojo, no, no, no, 'muuu mal, tiene que estar veeeeerdeeee". Y negocian y negocian y negocian a su favor hasta la extenuación paternal.
PD: De las salidas geniales que tienen, mejor os hablo otro día porque da para mucho más.
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Por aquí seguimos con nuestro particular idioma, ahora, a sus 27 meses empiezan a querer hablar como nosotros, pero hasta ahora pretendían lo contrario.
ResponderEliminarEsta mañana les he escuchado discutiendo sobre la pronunciación de la palabra grúa, jeje, para grabarlo!!
Un abrazo.
27 meses es casi cuando mis mellizos se lanzaron a hablar. Ya decían palabras y frases de dos palabras, pero muy a lo indio. Y de pronto, pluf, eclosionó como un champiñón. Es sorprendente.
ResponderEliminarPd: ojalá tuvieras el video :)
Bueno, ya estoy aquí por fin... con un momento para comentar un tema que me resulta especialmente interesante.
ResponderEliminarTema 1: cómo no tenía base con qué comparar, no sabía si las peques tenían algún retraso en el habla. Única comparación posible? sí que es cierto que en la guardería había niños que ya articulaban-hablaban por los codos mientras las mías no había manera. El pediatra me dijo que no me preocupara. Me preguntó: "Cuando les dices algo te entienden?" --> supongo que para descartar problemas de oído. "Cuando les interesa sí", respondí. Creo que aún se rie. Alguien me avisó: "Tranquila, ya llegará el día que no callaran". Y efectivamente, tengo una que no calla ni debajo del agua. Habla por los codos... conmigo, con su hermana, con los vecinos y como le gusta tanto hacer teatro.. habla sola. Creo que cada niño y par de gemelos tiene su ritmo en ese sentido, y a veces, por mucho que los estimulemos no se consigue que arranquen antes.
Tema 2: Lenguas. Este tema aún me apasiona más. Nosotros y toda la família somos catalanoparlantes. Pero Ona y Estel, aunque no hablen casi nunca en castellano con nadie, aunque puede que no lo entiendan, están perfectamente habituadas a escucharlo, con lo cual, se que en ese sentido serán absolutamente bilingues y dominaran las dos lenguas. Qué suerte, Celia, que además tengáis el francés como lengua materna. A mí me apasionan los idiomas y siempre me ha sido fácil estudiarlos, o sea que para mí son unos elementos imprescindibles para las peques. Creo que es una de las mejores herramientas que puedo darles. Pero tambien sé que si no son una lengua maternal, es difícil introducirlas en casa. Nunca me vi forzándome a hablar a las peques en inglés, francés o alemán, o sea que iremos haciendo pasito a pasito. Para ellas el francés es un juego (vamos a menudo al sur de Francia), con lo cual ven la tele e interiorizan frases y palabras. Y aunque nos habíamos planteado empezar con el inglés, lo dejaremos para más adelante. Creo que sin ser una lengua materna, es importante que la escuchen y se acostumbren a los sonidos. Pero decirte que me dais mucha envidia las famílias tri-cuatrilingues... más que nada porque me hubiera encantado tener más idiomas ya des de la base...
gran tema... con la eterna discusión sobre cuando es mejor introducir tercer idioma en niños que no lo tienen como materno...
Un beso
Núria