Pero eso son detalles. Porque el regalo realmente importante es que te queremos, mucho, muchísimo, infinito, lo que viene siendo hasta la luna ida y vuelta pasando por el sol y llegando a las nubes.
Te queremos porque nos haces reír. Porque eres un poco payaso un pico señor serio al mismo tiempo. Porque lo mismo juegas a la Wii con pasión que cambias la radio del coche (con algún percance), lo mismo cocinas riquísimo que te hinchas de chuches con Pol, o lo mismo vas de traje y corbata a trabajar que te tiras al suelo en el bosque en busca de la piña perdida. Porque cantas mal y lo sabes y sigues cantando con letras inventadas totalmente imposibles. Sin vergüenza, dí que sí. Porque bailas bien, y lo sabes, y nos enseñas pasos de salsa. Porque abrazas, y besas, y haces cosquillas. Porque mimas. Porque enseñas, aprendes, pierdes apuestas absurdas, y las pagas. Porque sigues intentando dibujar bien, hacer muñecos de plastelina, hacer manualidades... Y no, no es lo tuyo pero no importa. Porque lo sabes todo, o te lo crees. Porque la conversación es siempre interesante. Por eso. Y por mucho más: felicidades.
;)
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