Llegas a casa después de un largo día de cole, trabajo y Extraescolares. Y encima de la mesa, dos paquetitos, con lazos, con sorpresa. No es la primera vez que nuestra fantástica señora de la limpieza nos deja un detallito culinario. -Sí, hace tiempo que en esta familia decidimos quitarnos muchos lujos menos unas horas de soporte doméstico a la semana, la tranquilidad y falta de estés y conflicto familiar que nos aporta bien valen no salir a cenar o al cine-.
Es una cocinera fantástica y las pastas árabes le salen tan, tan buenas que seguro que engordan sólo de mirarlas y babear. Latifa es tan genial que nos regala pastas y con sus cajitas desenvolvemos sonrisas amplias, miradas de complicidad, guardamos cajas de tesoros y somos puramente felices en ese instante. Gracias por ello y mucho más.
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