La cuestión es que no contentos con cumpleaños y tardes de parque, mis hijos no hay día que salgan del colegio sin pedirme, o bien que su amigo X (cada día es uno diferente) venga a casa o bien, esta es la novedad de estas semanas, ir ellos a casa de Y. Yo creo que las madres me ven llegar con cara interrogante y huyen de mí, se ha corrido la voz que mis hijos se autoinvitan de casa en casa. Ahora los envío a preguntar a ellos, si quieren algo, que se mojen. Es para ver a las madres agacharse hacia mis gemelos (normalmente Pol que le echa mas morro, Izan me lo encarga a mí o se queda con las ganas) y descubrir su asombro cuando les espeta si pueden ir a su casa.
Eso sí, les encanta también invitar, hacer de anfitriones, enseñar si cuarto (desordenado), compartir sus juguetes y su conejo. No veáis qué caras de desilusión cuando les dicen que no. Pero vamos a la anécdota concreta de cómo mis hijos sé auto invitaron y acabaron componiendo su primer concierto acústico para guitarra ;)